miércoles, 26 de julio de 2017

27 de julio, fecha de la victoria

27 de julio, fecha de la victoria

El 27 de julio de 1953, Estados Unidos de América autodenominado “superpotencia” del mundo, se rindió ante el pueblo de Corea.

27 de julio, día de la victoria en la guerra
Cuando estalló la guerra coreana (25 de junio de 1950-27 de julio de 1953) impuesta por Estados Unidos ninguno creyó en que este imperio, país vencedor en la II Guerra Mundial y caudillo del imperialismo, sufriría la derrota. Ni mucho menos, nadie pensó que la ganaría la República Popular Democrática de Corea (RPD de Corea) que llevaba menos de 2 años de fundada. Al desatar la contienda los norteamericanos calcularon que saldrían victoriosos en 72 horas, lo cual no era casual en modo alguno. Pero, se equivocaron. Cuanto más se prolongaba el conflicto, tanto más se cayeron en un abismo sin salida, si citamos la expresión de ellos mismos, en “el dilema de no poder adentrarse ni salir de un cuarto por la puerta abierta a patadas”.
Cuando Norteamérica logró conocer a la RPD de Corea, a su pueblo y a su Ejército Popular, ya era tarde.
El asalto a otro país fue pagado caro. El imperio despachó al frente coreano un tercio de su fuerza terrestre, un quinto de su fuerza aérea, la mayoría de su Flota de El Pacífico, una parte de su Flota del Mediterráneo y más de 2 millones de efectivos de los 15 países seguidores, el ejército surcoreano e incluso los restantes del ejército de Japón antiguo, pero sufrió la pérdida casi 2.3 veces mayor que la en los 4 años de la guerra del Pacífico del período de la II Guerra Mundial. “La pérdida de la parte estadounidense es dos veces más que la suma de las bajas sufridas en las 5 guerras de gran envergadura, o sea la de independencia, la de 1812, la mejicana, la estadounidense-española y la filipina”, comentó US News and World Report.
Atemorizado por la fuerza del ejército y el pueblo de Corea unidos como un monolito en torno a su líder y la resistencia de toda la nación, el imperio se había puesto en un aprieto sin otro remedio y no pudo menos de firmar el acuerdo de armisticio que para él era igual a la carta de capitulación.
Para la RPD de Corea, país no grande del Oriente, el 27 de julio se registró como el día de la victoria en el que se creó la mitología de haber rechazado por primera vez en la historia de la guerra mundial a las fuerzas armadas multinacionales capitaneadas por Estados Unidos y puestas del casco de las “tropas de la ONU”, mientras para ese imperio que en mucho más de 100 guerras no había sufrido ni una vez la derrota, como el día en el que se rompió el mito sobre su “invencibilidad” y él se puso en el ocaso.

27 de julio, día de la eterna victoria
Estados Unidos, lejos de sacar lecciones de su ignominiosa derrota sufrida en la guerra coreana, dejó continuamente estacionadas sus tropas en Corea del Sur y con la ambición de ocupar a toda Corea, perpetró persistentemente las provocaciones militares contra Corea del Norte, cuya prueba son los casos del barco “Pueblo” y el avión “EC-121” de la década de 1960, el de Panmunjom de la de 1970 y la crisis nuclear en la Península Coreana iniciada en la de 1990.
Pero, los sucesos, sean grandes o pequeños, terminaron, sin excepción alguna, con la ignominiosa derrota de Estados Unidos, o sea con la victoria de la RPD de Corea.
Solo en el caso del barco espía armado norteamericano “Pueblo” al que se refiere, el imperio firmó la carta en la que afirmaba que se responsabilizaba plenamente del espionaje cometido en las aguas territoriales de la RPD de Corea, pedía con solemnidad perdón por ello y haría que ningún barco invadiera en las aguas jurisdiccionales de la RPD de Corea. “Esta es la única carta de disculpa de Estados Unidos que posteriormente a su nacimiento dejó inscrita en la historia”, dijo el entonces presidente norteamericano Johnson.
Estados Unidos, todos los años junto con Surcorea, realizó los ejercicios militares conjuntos, llevando la Península Coreana al umbral de la guerra. En el simulacro de guerra nuclear “Key Resolve” y “Foal Eagle” de este año movilizó a más de 300 000 efectivos, los medios estratégicos nucleares de varias clases y las fuerzas de operación especial 3 veces mayores que el año pasado e incluso el grupo de golpe del portaaviones nuclear Calvinson. Además, hizo correr el “rumor de la guerra de abril”.
Pero, se chocó con la reacción de superdureza de la RPD de Corea, como los ejercicios de lanzamiento de los cohetes balísticos de las unidades de artillería Hwasong de la fuerza estratégica del Ejército Popular, la prueba estática de la reacción del nuevo motor de gran potencia del cohete con combustible sólido, el “Certamen de los tanguistas del Ejército Popular de Corea-2017”, etc. Muy atemorizado ante el poderío político y militar de Norcorea que sucesivamente se ponía de manifiesto, finalizó el simulacro de guerra nuclear sin lograr lo que se proponía.
La nueva línea de la simultaneidad de la RPD de Corea abrió una era de mayor esplendor del fortalecimiento de la fuerza militar y puso fin a la agresión y el chantaje nuclear de Estados Unidos y los sucesivos grandísimos hechos que manifestaban su capacidad de ataque nuclear frenaron y frustraron en el tiempo oportuno las provocaciones de guerra de los enemigos.
Recientemente un periódico occidental, en un artículo titulado La RPD de Corea, triunfadora en el enfrentamiento con la administración Trump, comentó: El enfrentamiento RPD de Corea-Estados Unidos continuado desde el comienzo del año corriente terminó a favor de la primera; con su obstinación Trump no ha hecho sino tirar piedras al propio tejado; si el imperio otra vez perpetra provocación, también esta finalizará con la victoria de la RPD de Corea.

El 27 de julio, día de la victoria en la guerra del pueblo coreano será el de su eterna victoria.

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