27 de julio, fecha de la victoria
El 27 de julio de 1953, Estados Unidos de América
autodenominado “superpotencia” del mundo, se rindió ante el
pueblo de Corea.
27 de julio, día de la victoria en la guerra
Cuando estalló la guerra coreana (25
de junio de 1950-27 de julio de 1953) impuesta por Estados Unidos
ninguno creyó en que este imperio, país vencedor en la II Guerra
Mundial y caudillo del imperialismo, sufriría la derrota. Ni mucho
menos, nadie pensó que la ganaría la República Popular Democrática
de Corea (RPD de Corea) que llevaba menos de 2 años de fundada. Al
desatar la contienda los norteamericanos calcularon que saldrían
victoriosos en 72 horas, lo cual no era casual en modo alguno. Pero,
se equivocaron. Cuanto más se prolongaba el conflicto, tanto más se
cayeron en un abismo sin salida, si citamos la expresión de ellos
mismos, en “el dilema de no poder adentrarse ni salir de un cuarto
por la puerta abierta a patadas”.
Cuando Norteamérica logró conocer a
la RPD de Corea, a su pueblo y a su Ejército Popular, ya era tarde.
El asalto a otro país fue pagado
caro. El imperio despachó al frente coreano un tercio de su fuerza
terrestre, un quinto de su fuerza aérea, la mayoría de su Flota de
El Pacífico, una parte de su Flota del Mediterráneo y más de 2
millones de efectivos de los 15 países seguidores, el ejército
surcoreano e incluso los restantes del ejército de Japón antiguo,
pero sufrió la pérdida casi 2.3 veces mayor que la
en los 4 años de la
guerra del Pacífico del período de la II Guerra Mundial. “La
pérdida de la parte estadounidense es dos veces más que la suma de
las bajas sufridas en las 5 guerras de gran envergadura, o sea la de
independencia, la de 1812, la mejicana, la estadounidense-española y
la filipina”, comentó US
News and
World Report.
Atemorizado por la fuerza del
ejército y el pueblo de Corea unidos como un monolito en torno a su
líder y la resistencia de toda la nación, el imperio se había
puesto en un aprieto sin otro remedio y no pudo menos de firmar el
acuerdo de armisticio que para él era igual a la carta de
capitulación.
Para la RPD de Corea, país no grande
del Oriente, el 27 de julio se registró como el día de la victoria
en el que se creó la mitología de haber rechazado por primera vez
en la historia de la guerra mundial a las fuerzas armadas
multinacionales capitaneadas por Estados Unidos y puestas del casco
de las “tropas de la ONU”, mientras para ese imperio que en mucho
más de 100 guerras no había sufrido ni una vez la derrota, como el
día en el que se rompió el mito sobre su “invencibilidad” y él
se puso en el ocaso.
27 de julio, día de la eterna victoria
Estados Unidos, lejos de sacar
lecciones de su ignominiosa derrota sufrida en la guerra coreana,
dejó continuamente estacionadas sus tropas en Corea del Sur y con la
ambición de ocupar a toda Corea, perpetró persistentemente las
provocaciones militares contra Corea del Norte, cuya prueba son los
casos del barco “Pueblo” y el avión “EC-121” de la década
de 1960, el de Panmunjom de la de 1970 y la crisis nuclear en la
Península Coreana iniciada en la de 1990.
Pero, los sucesos, sean grandes o pequeños, terminaron,
sin excepción alguna, con la ignominiosa derrota de Estados Unidos,
o sea con la victoria de la RPD de Corea.
Solo en el caso del barco espía
armado norteamericano “Pueblo” al que se refiere, el imperio
firmó la carta en la que afirmaba que se responsabilizaba plenamente
del espionaje cometido en las aguas territoriales de la RPD de Corea,
pedía con solemnidad perdón por ello y haría que ningún barco
invadiera en las aguas jurisdiccionales de la RPD de Corea. “Esta
es la única carta de disculpa de Estados Unidos que posteriormente a
su nacimiento dejó inscrita en la historia”, dijo el entonces
presidente norteamericano Johnson.
Estados Unidos, todos los años junto
con Surcorea, realizó los ejercicios militares conjuntos, llevando
la Península Coreana al umbral de la guerra. En el simulacro de
guerra nuclear “Key Resolve” y “Foal Eagle” de este año
movilizó a más de 300 000 efectivos, los medios estratégicos
nucleares de varias clases y las fuerzas de operación especial 3
veces mayores que el año pasado e incluso el grupo de golpe del
portaaviones nuclear Calvinson.
Además, hizo correr el “rumor de la guerra de abril”.
Pero, se chocó con la reacción de
superdureza de la RPD de Corea, como los ejercicios de lanzamiento de
los cohetes balísticos de las unidades de artillería Hwasong de la
fuerza estratégica del Ejército Popular, la prueba estática de la
reacción del nuevo motor de gran potencia del cohete con combustible
sólido, el “Certamen de los tanguistas del Ejército Popular de
Corea-2017”, etc. Muy atemorizado ante el poderío político y
militar de Norcorea que sucesivamente se ponía de manifiesto,
finalizó el simulacro de guerra nuclear sin lograr lo que se
proponía.
La nueva línea de la simultaneidad
de la RPD de Corea abrió una era de mayor esplendor del
fortalecimiento de la fuerza militar y puso fin a la agresión y el
chantaje nuclear de Estados Unidos y los sucesivos grandísimos
hechos que manifestaban su capacidad de ataque nuclear frenaron y
frustraron en el tiempo oportuno las provocaciones de guerra de los
enemigos.
Recientemente un periódico
occidental, en un artículo titulado La
RPD de Corea, triunfadora en el enfrentamiento con la administración
Trump, comentó: El
enfrentamiento RPD de Corea-Estados Unidos continuado desde el
comienzo del año corriente terminó a favor de la primera; con su
obstinación Trump no ha hecho sino tirar piedras al propio tejado;
si el imperio otra vez perpetra provocación, también esta
finalizará con la victoria de la RPD de Corea.
El 27 de julio, día de la victoria
en la guerra del pueblo coreano será el de su eterna victoria.
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