lunes, 10 de septiembre de 2018

EL pueblo manda, el Gobierno es fiel a él

País del pueblo

La RPD de Corea es un país agradable para vivir. Para comprenderlo bastan solo las medidas populares que se aplican allí.
Respecto de esto, el periódico nigeriano “Nigerian observer” dio a conocer que la República Popular Democrática de Corea, que es un país del pueblo como se refleja en su nombre estatal, lleva a la práctica las medidas sociales de toda clase como la asistencia médica y la enseñanza gratuitas.
Corea empezó a aplicar la asistencia médica gratuita general desde el primero de enero de 1953 cuando sufría dificultades debido a la Guerra de Liberación de la Patria (1950-1953). Hoy día se encuentran los centros de servicios médicos a lo largo y ancho del país, hasta en las islas apartadas y aldeas montañosas, para no hablar del centro y las localidades. Los habitantes se benefician del sistema zonal de médicos según el cual estos tienen a su cargo determinados lugares poblados para adoptar medidas profilácticas.
La enseñanza gratuita abarca todas las partes del país. Todos, desde el niño hasta el viejo, estudian gratis incorporados en distintos tipos del sistema de enseñanza como las educaciones preescolar, escolar, de adultos y social. Los universitarios reciben becas del Estado y se forman como competentes personas provistas de ricos conocimientos científico-técnicos.
En 1974, la RPDC abolió por completo el régimen tributario, y toma las medidas sociales como el sistema de reposo y convalecencia y el de vacaciones pagadas y las aumenta sin cesar.
El Estado asegura empleos estables a la gente, y al construir muchas viviendas las distribuye gratuitamente a los trabajadores.
En este país la denominación “pueblo” la llevan las fuerzas armadas revolucionarias, órganos del poder, instituciones económicas y culturales, hospitales, palacios de cultura, teatros, etc. En todas las esferas de la vida social aparecen las consignas “¡Servir al pueblo!” y “¡Todo para el pueblo y todo apoyándose en las masas populares!” y nacen muchos vocablos que representan la época actual como “fieles servidores del pueblo”. Y en toda la sociedad se abre una historia de aprecio, respeto y amor al pueblo.

Unión Masas y Lider

La unidad monolítica y la RPDC

La RPD de Corea se caracteriza por la unidad monolítica que constituye una gran fuerza motriz para la construcción de una potencia socialista y una fuente de todas las victorias. Su tradición fue creada en el período de la Lucha Armada Antijaponesa.
Por aquel entonces los jóvenes comunistas vieron al Sol de la nación en el compañero Kim Il Sung y, aglutinada firmemente en torno suyo, la nación coreana logró la histórica causa de la liberación de la patria en agosto de 1945.
Esta tradición se heredó también después de la liberación del país; los coreanos aceleraron la construcción de un Estado soberano e independiente, rico y poderoso, en fiel acato al llamamiento de Kim Il Sung de contribuir a la construcción de una nueva patria con lo que cada uno poseía, sean la fuerza, los conocimientos o el dinero. En la Guerra de Liberación de la Patria (1950-1953) defendieron firmemente el destino de la patria y la nación y crearon una leyenda de la victoria en ella, sin precedentes en la historia mundial. Después del cese del fuego, en la situación difícil en que todo se redujo a cenizas realizaron la industrialización socialista durante 14 años y levantaron un Estado socialista independiente, autosostenido y autodefensivo. Todos estos hechos son fruto del indoblegable espíritu y la inquebrantable voluntad del pueblo coreano, unido firmemente en torno al Partido del Trabajo de Corea.
En el período de la Marcha Penosa cuando el país sufría pruebas como nunca antes debido a las maniobras de aislamiento y aplastamiento de los imperialistas, confiaron solamente en el Dirigente Kim Jong Il y llevaron a la práctica sus propósitos, salvaguardando el socialismo con el poderío de ideología, el de unidad monolítica, y preparando un sólido cimiento de la construcción de una potencia socialista. En esos días se fortaleció más la cohesión organizativa e ideológica entre el Líder, el Partido y el pueblo, y en todas partes del país reinaba un ambiente en que todos los miembros de la sociedad forman una gran familia armoniosa y viven ayudándose y guiándose entre sí.
Hoy, la revolución coreana la encabeza el Máximo Dirigente Kim Jong Un, quien considera al pueblo como cielo y escribe una noble historia de respeto, aprecio y amor a este. Atraídos por su carisma, los coreanos materializan a carta cabal su proyecto y decisión y crea prodigios y cambios seculares.
Esto es el aspecto de Corea que ha logrado la unidad monolítica que no se puede quebrantar con nada.

SOBERANIA NACIONAL

País soberano

La historia de 70 años de la RPD de Corea se caracteriza por la lucha colmada de triunfos y glorias que se libró bajo la bandera de la independencia.
El hecho de que la joven República fundada dos años antes salió victoriosa en la Guerra de Liberación de la Patria (1950 – 1953) marca una página brillante en la historia de la lucha del pueblo coreano por salvaguardar la soberanía nacional.
En el período posbélico, cuando los chovinistas exigían de Corea alistarse en el CAME pregonando la “economía integrada”, ella optó el camino para materializar más cabalmente la línea de construcción de una economía nacional independiente. Si Corea no hubiera mantenido su firme posición independiente, no habría podido construir un Estado socialista independiente, autosostenido y autodefensivo.
A principios de la década de 1990, cuando se creó una trágica situación del desmoronamiento del socialismo en varios países, la RPDC avanzó con pasos firmes por su camino manifestando su poderío como baluarte de la independencia.
Presentó las líneas apropiadas a cada etapa de la revolución, entre otras la de las tres revoluciones: la ideológica, la técnica y la cultural; la de la construcción económica de la era del Songun consistente en desarrollar primero la industria de defensa nacional y simultáneamente la industria ligera y la agricultura; la de fortalecerse con los medios propios; la de dar importancia a las ciencias y la tecnología, etc., las cuales constituyen una plena encarnación de la ideología revolucionaria basada en el principio de la independencia que ella ha mantenido invariablemente.
Actualmente, se llevan a una nueva altura el potencial y la posición de la RPDC que defiende la paz y seguridad del mundo y la justica internacional considerando la independencia como su razón de ser.
También en adelante, el pueblo coreano dinamizará la construcción de una potencia socialista enarbolando en alto la bandera de la independencia y en este curso cosechará solo victorias y glorias junto con la prosperidad de la República.

República Popular Democráctica de Corea

70 AÑOS DE HONOR Y DE GLORIA

Gran dirección, Corea resplandeciente

La República Popular Democrática de Corea celebra por todo lo alto su septuagésimo aniversario.
Fue el gran Líder Kim Il Sung quien, luego de haber adquirido valiosas experiencias de la construcción del Poder popular en el fragor de la Lucha Revolucionaria Antijaponesa y asentado una sólida base de la edificación de un Estado soberano e independiente tras la liberación del país (15 de agosto de 1945), declaró ante el mundo la fundación de la RPDC el 9 de septiembre de 1948.
Fue el nacimiento de un Poder popular, primero de su especie en la historia nacional, y un acontecimiento que operaría cambios trascendentales en el destino del pueblo coreano y en la edificación de una patria rica y poderosa.
Con la fundación de la República, Corea emergió con la frente alta en el escenario mundial como Estado completamente soberano e independiente, poniendo el punto final a su triste condición de país pequeño y débil, de colonia, y su pueblo pudo forjar su destino de manera independiente y creadora con una poderosa arma política para el proceso revolucionario y constructivo.
En los últimos siete decenios, la República se sobrepuso a las duras pruebas de la revolución bajo la dirección del gran Partido y escribió un capítulo de brillantes triunfos y transformaciones cumpliendo excelentemente las numerosas tareas históricas que enfrentaba para la edificación de un Estado poderoso en la era de la independencia.
Kim Il Sung concibió el grandioso proyecto de transformar a Corea, que otrora había perdido sus brillos en el mapamundi, en una potencia, una sociedad ideal del pueblo, que merecía la admiración del mundo, y dirigió atinadamente el empeño por su realización.
Por contar con él, la República defendió honrosamente en la cruenta Guerra de Liberación de la Patria la libertad e independencia nacionales y las conquistas de la revolución, cumplió la revolución socialista en un brevísimo período, y mediante la exitosa construcción socialista llegó a ser un Estado socialista del Juche, caracterizado por la independencia, el autosostenimiento y la autodefensiva.
Quedarán eternamente registradas en la historia nacional las proezas de Kim Il Sung de haber convertido al pueblo coreano, otrora explotado y oprimido, en el digno dueño del Estado y la sociedad y a la República en la Corea heroica, la Corea de Chollima, ensalzada por el mundo entero.
Su causa fue continuada brillantemente por el gran Dirigente Kim Jong Il.
Fue éste quien en las postrimerías de la década de 1990 aseguró con firmeza el consecuente logro de la causa de la edificación de la potencia socialista, al aplicar la original política Songun en consideración de la circunstancia de la época en brusco cambio, la crítica situación imperante y las apremiantes demandas de la revolución coreana en desarrollo.
Gracias a la clarividencia y destacada orientación del Dirigente Kim Jong Il quien presentó al Ejército Popular como grueso de la revolución y consolidó la base política y militar del país, la República pudo continuar ininterrumpidamente la causa de la construcción de la potencia pese a las convulsiones políticas de alcance mundial.
Haber trazado un grandioso proyecto de la construcción de la potencia socialista en los momentos más críticos de la Marcha Penosa y conducido al triunfo la marcha de todo el pueblo para su materialización constituyen proezas excepcionales realizadas por Kim Jong Il.
Poseedor del más noble amor a la patria, él trabajó con la totalidad de su ser en aras de la prosperidad nacional, hasta los últimos momentos de su vida, gracias a lo cual se puso de manifiesto el inagotable poderío de la República y se registraron hechos sorprendentes y prodigios unos tras otros.
Por contar con él, el pueblo coreano acogió una era de plena construcción de una potencia socialista y la dignidad y el poderío de la República llegaron a su clímax.
La República es la potencia del Juche que demuestra su poder con la fe y voluntad de independencia de los grandes Líderes Kim Il Sung y Kim Jong Il, un Estado socialista humanocéntrico que plasma al pie de la letra su máxima de considerar al pueblo como el cielo y un país indestructible y va de victoria en victoria apoyándose en los cimientos de eterna duración para la construcción de la potencia socialista preparados por ellos.
Hoy la República acoge su mayor esplendor gracias al estimado Máximo Dirigente Kim Jong Un.
Fiel continuador de las ideas y causas de sus predecesores, tomó la medida de enaltecerlos como eternos Líderes de la Corea del Juche y presentó las líneas estratégicas para construir una potencia socialista.
En el VII Congreso del Partido del Trabajo de Corea definió la meta estratégica y las vías de culminar la obra de la edificación de la potencia socialista y dirige la lucha por su realización prosiguiendo infatigablemente sus viajes de trabajo.
Merced a su noble política de amor al pueblo que plasma en todas las actividades del Partido y Estado, la República va haciedo realidad, uno a uno, los hermosos sueños de la población.
La plena demostración de la unidad monolítica de la potencia política e ideológica, de la invencibilidad de la potencia militar y de la singularidad de la potencia juvenil, la metamorfosis que se produce en el país con harta frecuencia: tal es la realidad de la República que se fortalece con sus propios medios.
Mientras enaltece para siempre a los grandes Líderes y avanza siguiendo la dirección de Kim Jong Un, la RPD de Corea experimentará solo victorias y glorias.

lunes, 3 de septiembre de 2018

Solidaridad Internacionalista con el pueblo Vietnamita

Embajada vietnamita ofrece banquete
por el Día Nacional
Con motivo del 73º aniversario de la fundación de la República Socialista de Vietnam, la embajada vietnamita en Corea preparó el día 31 un banquete en el Club para el Cuerpo Diplomático Taedonggang.
Fueron invitados Choe Hwi Chol, viceministro del Ministerio de Relaciones Exteriores; Pak Kyong Il, presidente de la Asociación de Amistad Corea-Vietnam y vicepresidente del Comité Coreano de Relaciones Culturales con el Extranjero; Mun Jae Chol, subdirector general de la Dirección General de Trabajo con el Cuerpo Diplomático; funcionarios del sector relacionado; y miembros de las representaciones diplomáticas y de las organizaciones internacionales en Corea.
Asistieron al festín también el embajador Pham Viet Hung y otros miembros de la embajada vietnamita.
En el convite hubo discursos.