miércoles, 15 de abril de 2020

El Presidente Kim Il Sung es, de veras, un eminente hombre sin par y el santo más grande en el mundo.

Con nobles cualidades y virtudes
Cuando la Guerra de Liberación de la Patria (1950-1953) estaba en su álgido, un grupo investigativo de la Federación Democrática Internacional de Mujeres visitó a Corea. Entre ellos había Candelaria Rodríguez, jurista cubana de 23 años de edad.

Ya en la RPDC, los miembros del grupo investigacion recorrió varios lugares para investigar las atrocidades cometidas por los imperialistas yanquis y presentó su informe a la ONU. Esto motivó la lucha antiimperialista en el mundo.
Un día de mayo del 40 de la era Juche (1951), el Presidente Kim Il Sung se encontró con ellos en vísperas de regresar a sus países. Les preguntó por su seguridad personal bajo el bombardeo y las condiciones de sus comidas y les brindó su gratitud por su solidaridad internacional con la lucha del pueblo coreano.
Apreciando a Candelaria por su bravura para venir a Corea con el riesgo de la vida, expresó el activo apoyo del pueblo coreano a la lucha de los cubanos por la liberación nacional.
Candelaria estuvo tan fascinada por sus destacadas cualidades y virtudes que visitó a la varias veces a la RPDC después del cese el fuego.
Kim Il Sung, aunque estuviera muy atareado, se reunió con ella en agosto de 1993, ocasión en que le preguntó en detalles por su vida, recordando los días de su primer encuentro. Y le sugirió visitar a Pyongyang en cualquier tiempo ya que estaba jubilada.
Preocupándose por su salud cuando hacía frío durante su permanencia en la RPDC, le envió un suéter de lana y zapatos de piel, y apreció altamente su contribución al desarrollo de las relaciones amistosas entre Corea y Cuba.
Un día de diciembre de 1993, preparó un almuerzo para ella que estaba de visita en la RPDC, y sugirió a los funcionarios cuidar bien de su trabajo, diciendo que ella era una compañera revolucionaria quien había dado una sincera ayuda a la justa causa del pueblo coreano durante la Guerra de Liberación de la Patria.
De regreso a su país, Candelaria publicó una nota de visita titulada “La RPDC después de cuatro décadas”, en la cual escribió sobre el tratamiento y benevolencia que recibió durante su estancia en Pyongyang. También dio a conocer sobre la grandeza del Presidente Kim Il Sung y la lucha del pueblo coreano para defender el socialismo a través de las entrevistas y otros oportunidades.
Unos meses después, ella visitó otra vez a la RPDC. Kim Il Sung salió al hall de su albergue para recibirla y la elogió al darse cuenta de que ella atendía con amor maternal a los coreanos que estudiaban en la Isla de la Juventud de Cuba.
En sus últimos momentos de la vida, ella evocó con profunda emoción los días que había pasado durante sus visitas a la RPDC bajo la profunda atención de Kim Il Sung, dijo como sigue:
“El Presidente Kim Il Sung es, de veras, un eminente hombre sin par y el santo más grande en el mundo.”
2020-04-15

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