miércoles, 3 de abril de 2013

Declaración de la Comandancia Suprema del Ejército Popular de Corea




Pese a las repetidas advertencias del ejército y el pueblo de la República Popular Democrática de Corea, la campaña de guerra nuclear de Estados Unidos contra la RPDC pasó el límite peligroso y se desarrolla en la etapa de combate real.

A eso de las 8 de la mañana del día 25, la escuadrilla de bombarderos estratégicos norteamericanos B-52 desplegados en la base aérea de Anderson de la isla Guam apareció de repente sobre el cielo del Sur de Corea y desarrolló de modo intensivo desde a eso de las 11:50 los ejercicios de ataque nuclear real contra los objetos imaginarios en la profundidad de la RPDC y lo publicó de manera abierta.

Coincidiendo en tiempo con esto, EE.UU. divulgó a través de los medios de prensa conservadores del Sur de Corea el proceso de operación de asesinar a Osama Bin Laden ocurrido en 2010 y dio publicidad sin titubeo que el plan operacional de las “fuerzas aliadas Sur de Corea-EE.UU.” elaborado por si mismos abarca el brutal plan de operación de damnificar nuestra dignidad máxima con los medios de ataque de asesinato de las tropas agresoras yanquis y el ejército títere del Sur de Corea.

Para colmo, dijo que la operación para deshonrar nuestra máxima dignidad no tiene ningún problema en lo militar y técnico y agregó que está observando con precisión todas nuestras acciones relacionadas y que ahora es el momento de practicar la “política sobre el Norte no de manera defensiva sino de ofensiva”. Al igual que el traidor Lee Myung Bak, las actuales autoridades títeres, volviendo a relacionar a la fuerza el caso de hundimiento de la corbeta surcoreana “Cheonan” con la RPDC y imputarle la responsabilidad del caso de cañonazos en la isla Yonphyong, anuncian atrevidamente que ellas planean atacar a precisión con misiles las estatuas de bronce de los grandes Generalísimos levantadas a lo largo y ancho del país incluyendo Pyongyang en caso de que se produzca otra vez la “provocación local” del mismo carácter.

Y se atrevieron a decir que ya han elaborado la “lista de destrucción por turno” a base del análisis detallado de la posición, dimensión y características de las estatuas.

Todos estos movimientos demuestran fehacientemente que entraron en la imprudente etapa de acción sobrepasando la simple fase de amenaza los actos hostiles anti-RPDC del imperio yanqui, los títeres surcoreanos y las fuerzas seguidoras que se perpetran cuestionando el lanzamiento de satélite artificial y la prueba nuclear subterránea de la RPDC.

La gravedad del caso reside en que tales imprudentes maquinaciones se coinciden con que la resolución de sanción anti-RPDC inventada por el imperio pasa a la acción intransigente bajo la connivencia de todas las fuerzas hostiles.

En cuanto a actual situación creada, la Comandancia Suprema del Ejército Popular de Corea declara al interior y el exterior del país la determinación final del ejército y pueblo de la RPDC:

Se mostrará con acciones militares la voluntad de enfrentamiento rotundo del ejército y el pueblo de la RPDC para defender la soberanía y la máxima dignidad del país.

La paciencia también tiene su límite.

La conclusión que sacó la RPDC es no tolerar más la grave realidad en que se ven violadas la soberanía y la máxima dignidad del país y la amenaza y el chantaje nuclear de EE.UU. pasan a la acción de guerra.

A partir de este momento, la Comandancia Suprema del EPC pondrá en el estado de guardia de combate no.1 a todos los cuerpos artilleros de campaña, incluyendo las unidades de cohetes estratégicos y las artilleras de largo alcance, que tienen la misión de atacar las bases del ejército agresor norteamericano dentro de la zona operacional militar del Pacifico como el territorio estadounidense, Hawai y la isla Guam, y todos los blancos enemigos en el Sur de Corea y su contorno.

2. Se demostrará con acciones físicas a las actuales autoridades títeres surcoreanas, que se adhieren a la política hostil anti-RPDC de su amo norteamericano, la voluntad superintransigente del EPC.

Sería absurdísimo si ellas piensan en poder tener la oportunidad de represalia, es decir, la de atacar el llamado “foco” y las “fuerzas de apoyo” y “las de mando”.

Deben darse cuenta de que el primer golpe reducirá lo todo a cenizas.

El ejército y el pueblo de la RPDC se mantienen en su invariable posición de no permitir jamás que los actos vendepatrias del ex gobernante, que ha bloqueado durante 5 años el camino de paz y prosperidad llevando las relaciones intercoreanas a la ruptura, prosigan por la actual mandataria.

3. Exhortamos a la humanidad progresista de todo el mundo que se opone a la guerra y ama la paz a levantarse como un sólo hombre en la lucha contra la coacción y la arbitrariedad de bandidesco EE.UU.

La injusticia del país grande que tiene poderosas fuerzas militares no puede ser la justicia.

Si pierde la imparcialidad la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU, esto ya significa la injusticia y el crimen internacional que navega a contrapelo de la corriente de la época.

La injusticia es temporal y la llama mortecina.

Pero, la justicia es eterna y la llama ardiente.

La Comandancia Suprema del EPC llama a la conciencia del mundo a sumarse a la lucha del ejército y el pueblo de Corea por defender la soberanía y la justicia en vez de seguir ciegamente a la coacción y la arbitrariedad de EE.UU. y a la “resolución” del Consejo de Seguridad de la ONU, carente de la imparcialidad.

La victoria está a lado del ejército y el pueblo de la RPDC levantados para defender la soberanía y de la humanidad progresista del mundo amantes de la justicia y la paz.

Hoy día, en que las maniobras de todas las fuerzas enemigas tendentes a atentar la soberanía y la dignidad de la RPDC se llevan a un estado peligroso, nuestra opción es clara.

Nuestro ejército y pueblo iniciaron una batalla decisiva de vida o muerte por la reunificación de la patria y la causa de la paz de la humanidad, encargándose del destino del país y la nación y convencidos de la victoria final en la batalla decisiva antiyanqui.

Enfrentarse con espada al cuchillo, con cañones a los fusiles y con el más poderoso medio de ataque nuclear a precisión a la amenaza nuclear de los enemigos, es la invariable posición del ejército y el pueblo de Corea y el modo de enfrentamiento del monte Paektu.

Ya pasó el tiempo de palabras.

Si las fuerzas enemigas se atreven a atentar la RPDC equivocando su inconmovible voluntad, ellas serán derrotadas por el implacable fuego de la RPDC.

Nuestro ejército y pueblo realizarán completamente la soberanía de la patria y la nación con el inagotable poderío del Songun acumulado tanto y escribirán en los anales la nueva historia de la gran Corea tras vencer a las fuerzas aliadas imperialistas.

- Quedó publicada el día 24 una información de la Agencia Central de Noticias de Corea que argumenta la justeza de la invalidación del Acuerdo de Armisticio de Corea. La última parte de la información es la siguiente:

La decisión de invalidar el Acuerdo de Armisticio de Corea es la medida audaz para contribuir a la causa de la paz de la humanidad al liquidar los restos de la guerra fría y lograr la paz y la estabilidad duraderas en la Península Coreana.
Hoy día, el Acuerdo de Armisticio y la alianza de guerra de las fuerzas enemigas son los últimos restos de la guerra fría existentes en este globo terráqueo.
A contrapelo del acuerdo de armisticio que estipula la solución pacífica del problema de Corea, Estados Unidos impidió la reunificación de la Península Coreana y promovió entre ambas partes coreanas el antagonismo y la confrontación, a fin de tomar la heguemonía de la región.
Después del cese de la guerra fría, so pretexto de la continuación del estado de guerra según el acuerdo de armisticio, amplió e intensificó las relaciones de la alianza militar de la época de la guerra fría.
Convirtió las alianzas bilaterales EE.UU.-Sur de Corea y EE.UU.-Japón en la alianza militar tripartita y, luego, en la alianza militar multinacional que abarca Australia y otros. Recientemente instigó al Consejo de Seguridad de la ONU a aprobar la "resolución de sanción", para movilizar en la nueva guerra coreana los países satélites mucho más que en la pasada guerra de la década de 1950.
Después del fin de la guerra fría todos los países y regiones que mantienen las relaciones enemigas con la RPDC se incorporan tal o cual pretexto a bloques inclusive la alianza militar.
Al contrario, la RPDC no se ingresó a ningún bloque ni recibió la garantía de protección militar como "paraguas nuclear".
O sea, sólo la RPDC, fuera del bloque, se enfrenta con sus propias fuerzas a las fuerzas aliadas imperialistas.
Como resultado, en las relaciones internacionales en torno a la Península Coreana, se ha creado el agudo desequilibrio militar y mecánico.
Cuestionar el lanzamiento de satélite, derecho legal de un estado soberano, intensificar la sanción abusando del Consejo de Seguridad de la ONU y otras brutales y recrudescentes maniobras de aplastamiento de EE.UU. y otras fuerzas seguidoras contra la RPDC, demuestran claramente la realidad de hoy en que predomina la ley de selva por encima de la imparcialidad y principios básicos.
La historia de 60 años pasados testimonia que mientras se mantenga el acuerdo de armisticio, no se podrá eliminar el desequilibrio y hay límite en la capacidad de las grandes naciones vecinas para aliviar la inestabilidad y la tensión permanente en la Península Coreana.
En el mundo no hay la zona de guerra como la Península Coreana donde están almacenadas muchas fuerzas estratégicas nucleares y se desarrollan diariamente los ejercicios militares conjuntos y otras acciones militares.
La paz de la Península Coreana es una parte de la paz del mundo.
La guerra coreana es directamente la regional, la mundial en que participarán los estados principales y las regiones de Asia-Pacífico y al margen de la garantía de la paz de la Península Coreana no puede pensar en la paz del mundo.
La existencia del vistoso acuerdo de armisticio no da ninguna ayuda a la paz de la Península Coreana y el resto del mundo y crea un círculo vicioso en las relaciones entre los países regionales inclusive las grandes potencias, e impide su desarrollo, lo que es una verdad probada por la historia.
No conviene a la corriente principal del desarrollo de la actual época en desarrollo ni es provechosa a nadie la existencia del peligrosísimo factor permanente de la guerra en la región de Asia-Pacífico, escena muy importante de las actividades política, económica y militar del mundo en el siglo XXI cuya tema es la paz y el desarrollo.
Tanto al juzgar la corriente de la época como en vista de la demanda de la situación creada, el estado de armisticio de la Península Coreana no se puede continuar.
 La anulación del acuerdo de armisticio demuestra una vez más la voluntad férrea de la RPDC que presentó la paz de la Península Coreana como tarea importante para defender la soberanía e hizo ingentes esfuerzos para realizarlo.



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