Uno
a quinientos
En la Tierra
hay más de 200 países, pero casi ninguno quiere combatir a Estados
Unidos reconocido como “superpotencia del mundo”.
Sin embargo,
la República Popular Democrática de Corea (Norcorea) está lista
para saldar la cuenta con esa potencia.
Los dos países
se diferencian demasiado uno de otro en la cantidad de recursos
materiales.
Norteamérica
la aventaja 13, 78 y 375 veces en el número de población, extensión
territorial y potencialidades económicas respectivamente.
La diferencia
se hace más evidente en la exploración cósmica que hace apreciar
el nivel del desarrollo científico y tecnológico de los países.
Norcorea lanzó en diciembre de 2012 su primer satélite de
aplicación y el imperio lo hizo en enero de 1958 con antelación de
unos 55 años. Estados Unidos tiene más de 1 110 artefactos
espaciales mientras Norcorea, solo dos incluyendo el lanzado en
febrero de 2016. Norteamérica supera más de 500 veces a Norcorea.
La diferencia
abismal se observa también en el armamento nuclear. Norteamérica
cuenta con más de 5 000 ojivas y Norcorea, según cálculos de
especialistas, un poco más de 10.
Ahora bien,
¿cómo comprender la determinación de Norcorea de combatir al
gigante 500 veces superior?
Generalmente,
la decisión de entablar la guerra no se toma en cualquier momento,
sino solo cuando se ve la posibilidad de ganarla.
Norcorea está
segura de su victoria en la guerra con Estados Unidos. He aquí sus
razones:
Primero, lo
aventaja en la ideología.
Como el mundo
reconoce, los oficiales y soldados del Ejército Popular de Corea
(EPC) están plenamente identificados con la ideología y credo de su
Comandante Supremo y dispuestos a ofrendar incluso su vida para
cumplir su orden.
Y, ¿de qué
es el ejército estadounidense? Según la estadística publicada por
el Pentágono y los medios de prensa norteamericanos, en el ejército
estadounidense hay sinnúmero de suicidas, criminales, drogadictos,
discapacitados personales, desertores, inmaduros en la constitución
física e hipocondríacos.
¿Estos
militares corruptos en lo ideológico y espiritual y débiles
en la constitución física podrían vencer a los norcoreanos de
fuerte ideología y credo?
Segundo,
Norcorea, aventaja a Estados Unidos en la preparación estratégica e
intelectual.
Los
comandantes de campaña del ejército norteamericano, se dedican al
choteo sexual, el alcoholismo y otros vicios y cada día mayor
cantidad se depone, degrada y retira. Los soldados no pueden cumplir
debidamente órdenes de combate que requieren ejercicios mentales. El
ejército norteamericano, fue calificado de “inferior” en 2016,
suscitando burlas y críticas de la población.
Este ejército
no podrá vencer al EPC que según las órdenes de su Comandante
Supremo Kim Jong Un, genial estratega militar actúa como un solo
hombre y sabe aplicar hábiles métodos de combate.
Tercero,
Norcorea, supera a Estados Unidos en el coraje.
“Si el
imperialismo yanqui se atreve a atentar con la bomba atómica a
nuestra soberanía y derecho a la subsistencia, no vacilaremos en ser
el primero en golpearlo con el mismo artefacto”, “En el mismo
momento en que estalle la guerra, el territorio estadounidense
desaparecerá por entero”, “Si se desata la guerra, aniquilaremos
a todos los enemigos sin que quede ninguno que firme la carta de
capitulación”, esta es la firme disposición de Norcorea.
Ante este
coraje y osadía sin parangón los políticos estadounidenses se
consternan sin saber qué hacer. El imperio, aunque tiene muchas
armas estratégicas, no podrá evitar la derrota en la guerra.
Cuarto, Norcorea ya tiene
experiencia de haber vencido a Estados Unidos en la guerra.
En el tiempo
de la guerra coreana (1950-1953) de hace más de 60 años Norcorea no
tenía ni fusiles dignos de mención siquiera, para no hablar de la
bomba termonuclear ni misiles. Pero libró heroica resistencia de 3
años y superó con la superioridad político-ideológica y
estratégico-táctica la numérica y militar técnica de las fuerzas
aliadas imperialistas acaudilladas por Estados Unidos que se jactaba
de su “supremacía” del mundo. También después del cese al
fuego desbarató las sucesivas provocaciones militares del imperio
como los casos del barco espía armado “Pueblo”, el avión espía
“EC-121” y Panmunjom, propinándole continuos golpes.
Asimismo,
aprovechó su enfrentamiento nuclear contra Estados Unidos denominado
“guerra sin cañonazos”, para poseer bombas atómicas y
convertirse en una potencia nuclear, asestándole golpes estratégicos
irreparables. Ahora se propone concluir definitivamente el
enfrentamiento con Estados Unidos que continúa de un siglo a otro.
Ya está preparada para la batalla final.
El combate
final es la cuestión de tiempo y es obvio que terminará a favor del
país asiático.
En el futuro historiadores del
mundo escribirán lo siguiente:
“La RPD de
Corea, país oriental no grande, se enfrentó con osadía a Estados
Unidos, superpotencia imperialista, que era 500 veces más fuerte que
ella en el poderío nacional e intentaba dominar el mundo y le hizo
bajar la cabeza cambiando así el orden mundial del siglo XXI, suceso
de trascendencia mundial que no acaeció antes ni acontecerá en el
futuro.”
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