BOLETÍN
EMBAJADA DE LA REPÚBLICA POPULAR
DEMOCRÁTICA DE COREA
No. 07/2019 Madrid, 18 de Agosto
de 2019
Pyongyang, 17 de agosto (ACNC) -- A pesar de nuestra advertencia y la
denuncia de la sociedad internacional, EE.UU. continúan con las autoridades
surcoreanas los ejercicios militares conjuntos, lo cual es un desprecio y
desafío abiertos a la histórica Declaración Conjunta RPDC-EE.UU. del 12 de
Junio en que ambas partes se comprometieron a establecer nuevas relaciones
entre sí y el sistema de paz permanente y duradera en la Península Coreana.
Ahora, EE.UU. describe esa maniobra como simulacro para verificar si el
ejército surcoreano tiene la capacidad de recibir el mando de operaciones en el
tiempo de guerra.
Pero, no se puede ocultar ni justificar el carácter agresivo del ensayo de
guerra que persigue atropellar por vía militar al país socialista.
Los analistas de la situación criticaron el presente entrenamiento
especificando que "por tener a Corea como enemiga virtual, no conviene a
la construcción de confianza recíproca y puede causar la contramedida de la
parte coreana" y "agravará otra vez la situación de la Península
Coreana".
Son precisamente EE.UU. y las autoridades surcoreanas que hablan del
diálogo de cara a cara y conspiran por detrás contra su interlocutor.
El paro de ejercicios militares conjuntos fue prometido a la vista de
todo el mundo por la máxima autoridad militar de EE.UU. durante la Cumbre
RPDC-EE.UU. de Singapur y ratificado en la otra de Phanmunjom.
Sin embargo, EE.UU. comete junto con las autoridades surcoreanas las
acciones militares para presionar abiertamente a la RPDC anunciándolas como
"defensivas" y "elemento indispensable" para los
preparativos de combate.
Es un hecho conocido que EE.UU. y las autoridades surcoreanas vinieron
practicando durante varios decenios la capacidad ejecutiva de guerra enmendando
los planes operacionales de distintos tipos que suponen el ataque sorpresivo y
preventivo contra la RPDC.
Como reconoce todo el mundo, no se ha cambiado nunca el objetivo de los
ejercicios militares anti-RPDC.
Los sucesivos entrenamientos militares y los pertrechos ofensivos
ultramodernos como el drone Global Hawk, que llegan al Sur de Corea, dejan
conocer de dónde proviene la amenaza que vulnera la seguridad de nuestro
Estado.
No existe la ley que nos haga cumplir unilateralmente los compromisos,
aunque no los respete la contraparte.
El desarrollo incesante y la ubicación para combate de los poderosos
medios físicos son la solución justa para eliminar la amenaza potencial y
directa contra la seguridad de nuestro Estado.
EE.UU. ha de tener presente que no son vanas nuestras reiteradas
advertencias. -0-
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